Blogia
Atlante

Reflexiones

SOMOS LO QUE HACEMOS CON NUESTRO TIEMPO

SOMOS LO QUE HACEMOS CON NUESTRO TIEMPO Tras leer el famoso libro de Dale Carnegie (famoso al menos en este blog) y pensar varias veces, a ratos, sobre el tema, comienzo a ver ciertas cosas de un modo distinto al que era habitual en mí. Una de las conclusiones de mi lectura... bien... va a resultar extraño de enunciar... es que para explicar el puesto en la sociedad que ocupa una persona lo que hay que tener en cuenta principalmente es el tiempo que ha empleado en aprender las tareas que efectúa. Últimamente se escucha mucho hablar de los genes o del cociente intelectual y lo que veo es que realmente no tiene nada que ver con el progreso de la gente. Es el tiempo que una persona dedica a aprender y practicar el que determina las capacidades de cada uno en cada momento. Tratando de poner un ejemplo, puedo comparar la figura del universitario con la de una persona autodidacta. El universitario ha dedicado unos cuantos años de su vida a su formación, asistida por un aparato logístico que hay tras él compuesto por unas instalaciones y unos orientadores de su estudio. El individuo autodidacta se provee él mismo del espacio para el estudio, de los materiales y del temario. Si ambos estudian el mismo temario, lo que acaba midiendo la cantidad de conocimientos que ambos tienen al final de su estudio es ni más ni menos que el tiempo y el esfuerzo dedicado a adquirir los conocimientos. Y si el individuo autodidacta dedica el doble de tiempo a estudiar su temario que el universitario y además es consciente de que para implantar ese conocimiento en su mente lo importante es asociarlo y practicarlo, acabará obteniendo una gran ventaja respecto a “su competidor” (su competidor en este ejemplo).

Hace varios días podía ver en televisión cómo un político hispano era presentado en California por el gobernador Arnold Schwarzenegger, el reportero señalaba como punto anecdótico que no había terminado de ir a la escuela. No es un caso excepcional en la política. Varios presidentes de EEUU no han acudido a la escuela y han alcanzado tal logro aprendiendo a influir a los demás usando su carisma y aprendiendo por sus propios medios todo lo que necesitaban para progresar socialmente. Esa gente, consciente a una corta edad de que tenía un menor nivel cultural que la mayoría de las personas, comenzó a dedicar grandes cantidades de tiempo y de esfuerzo a cultivarse. Al final, el tiempo y el esfuerzo invertido en tal tarea superaba con creces a la de los demás habitantes de su país. La fórmula mágica: esforzarse y practicar con continuidad. Luego, cuando a uno de esos políticos se le asigna una función, aunque sea un terreno nuevo para ella, demostrará su valía si se esfuerza y le dedica el tiempo necesario para llevarla a cabo.

El tiempo y el esfuerzo se complementan con la una correcta metodología de aprendizaje, quiero decir que una persona que encuentra técnicas que le ayudan a la asociación de conocimientos y a la práctica de habilidades da un impulso extra a todo aquello que trata de aprender. Por ejemplo, en el caso del estudio memorístico, leer una y otra vez un tema apenas sirve para aprender, siendo más eficaz relacionar lo que se trata de aprender con lo que ya se sabe o bien visualizar mentalmente los datos o representarlos con figuras o historias, que permanecen con más facilidad en la memoria. Si tengo que aprender un número de teléfono, lo aprenderé mucho antes si le creo una historia. El número de teléfono 968-021984 lo recordaría inmediatamente formulándome la siguiente frase: en Murcia, en el mes en que nací, en el año en que nació tal persona que conozco (que nació en 1984).

Por seguir con los ejemplos, hace pocos días también vi un pequeño reportaje sobre Fernando Alonso, el corredor de fórmula 1 y su historia coincidía perfectamente con este patrón. Siendo chico, ya estaba aprendiendo a manejar karts y ya dedicaba su tiempo y esfuerzo en esa tarea. Ahora siendo adulto, su experiencia en esa técnica sobrepasa la de la mayoría de nosotros.

Esa gente que destaca, no lo hace por haber acudido a un programa de estudio oficial, pero ni siquiera porque su configuración genética es mejor que la de los demás. El nivel que demuestran en esas tareas es fruto del esfuerzo dedicado durante más tiempo que la mayoría de la población.

Siguiendo con los ejemplos, un amigo me comentaba hace dos días que su padre había aprendido a leer por su cuenta y había llegado a progresar en la vida sin ningún tipo de estudio oficial. Bueno, su padre quizá aprovechó mejor el tiempo y su propia capacidad que la de muchas personas que siguen la vía oficial, sumemos el número de horas que han empleado para progresar en su educación o para avanzar socialmente y veamos quién ha acumulado más y quién ha tenido mayor motivación.

Tras pensar en todo esto, llego a la conclusión de que la escuela, el bachiller y la universidad no han de ser lugares dedicados a la enseñanza obligatoria y forzada, sino dedicados más bien al entrenamiento de la persona en las técnicas que le permitan el aprovechamiento de su tiempo y su esfuerzo para aprender a su vez técnicas y conocimientos útiles para su vida, es decir, que deben ser todo lo contrario a lo que son hoy en día gracias a la Logse, Loce, Loe, etc... Es esta la clave para que una persona madure intelectualmente y nunca deje de progresar en su vida. El gran volumen de conocimientos que reciben los estudiantes debe servir para perfeccionar su maquinaria cerebral, para desarrollarla, para hacerla capaz de acometer grandes empresas.

Al final, creo que toda esta parafernalia de las titulaciones, que nos sirven en cierta manera para medir nuestro grado cultural, no es sino un intento de reflejar esto, solo que no llega realmente hasta el quid de la cuestión. Un titulado en formación profesional se diferencia de un titulado universitario en el tiempo y esfuerzo que han demostrado invertir con éxito en la obtención del título, pero si tras la obtención del título su única ambición es la de desarrollar el mínimo esfuerzo posible en la vida entonces nuestro sistema educativo ha resultado ser un fracaso, no ha formado a alguien eficaz, ni único, ni autosuficiente, sino que ha permitido que una persona obtenga un reconocimiento por algo que ha hecho gracias a una presión constante y que no volverá a intentar jamás una vez esta desaparece, pues no ha aprendido a dedicar su tiempo a perfeccionarse.

Por añadir un ejemplo más, para poco sirve a la sociedad la titulación que ha conseguido un funcionario si después acaba en un entorno en el que no hay motivación y en el que apenas se desarrolla un esfuerzo... que un funcionario tenga titulación casi parece anecdótico y diría que se exige más bien porque si no se hiciera, el amiguismo y enchufismo batiría records aún más altos en la administración pública...

Y aquí dejo el post. Aún tengo que seguir dándole vueltas al tema, creo que he escrito todo esto más bien por expresarlo y ordenar un poco mis pensamientos

ALTÍSIMA PELIGROSIDAD

Se trata de una noticia publicada en Google noticias:

-----
Capturan a 13 británicos de "altísima peligrosidad"

Fueron detenidos en la Costa del Sol, España, dentro de la operación policial "Sugar" emprendida contra el tráfico de drogas y lavado de capitales

05:10 Unos 13 británicos considerados "de altísima peligrosidad" fueron detenidos en la Costa del Sol dentro de la operación policial "Sugar" emprendida contra el tráfico de drogas y lavado de capitales, informó la Dirección General de Policía (DGP).

-----

Y... ¿qué es la altísima peligrosidad? ¿cuáles son realmente las pruebas que condujeron al arresto? Es lo que realmente nos interesa saber y sin embargo no hay alusión.

Esta mañana una persona ha sido asesinada por los funcionarios de la policía británica. Cinco tiros le han metido a bocajarro y no hemos visto aún que muestren pruebas de que iba a hacer explotar algo. ¿Acaso era un individuo "altísimamente peligroso" y eso bastaba para descargarle cinco disparos? Comienza a darme lástima el férreo control británico sobre la información. Aquí en España el asunto de los atentados transcurrió de otro modo, mucho más correcto a pesar de lo que se pueda creer. Cuando algo iba mal, los partidos políticos se pelearon, los medios de comunicación publicaron todo lo que pudieron, las televisiones otro tanto... democracia y libertad, se llama eso, caos beneficioso para la sociedad, que demuestra que los políticos tienen que ganarse con el sudor de su frente nuestra confianza y que los medios de comunicación tienen influencias tan dispares que compiten entre sí. Los británicos nos demuestran todo lo contrario, sus políticos parecen tener claro que hay que callar, los medios tienen claro que hay que callar... Algo huele mal... huele de un modo altamente peligroso...

LA NORMALIDAD DE LA LOGSE

Tirso Lacalle

(Obtenido de el semanal digital)

16 de julio de 2005. Un egregio profesor murciano aseguraba hace unos años que en un grupo humano "normal" puede haber un 80% de débiles mentales. No tengo aún claro si era un arrebato o una ponderada reflexión filosófica, pero es cierto que en todo tiempo y lugar la normalidad, para quien está de alguna manera por encima de ella, puede resultar asfixiante. Si esa normalidad es, además, impuesta como ideal, canon y meta, se generará en el seno de la comunidad una espiral vertiginosa hacia la mediocridad y hacia el conflicto. Y se terminará por dar la razón al escéptico maestro de tantas generaciones de sociólogos genoveses, cuando afirmaba, mohíno pero sereno, que "la que llamamos normalidad no es más que una forma leve de retraso mental".

La LOGSE en su preámbulo afirma que "la educación permite… avanzar en la lucha contra la discriminación y la desigualdad, sean éstas por razón de nacimiento, raza, sexo, religión u opinión, tengan un origen familiar o social, se arrastren tradicionalmente o aparezcan continuamente con la dinámica de la sociedad". Y esas afirmaciones aparentemente inocentes, progresistas e intachables implican un proceso revolucionario que nuestra sociedad está padeciendo. Se está imponiendo la igualdad, es decir, se está extendiendo desde el sistema de enseñanza en la conciencia social la idea de que toda diferencia es una discriminación injusta, y de que en consecuencia sólo es deseable la aceptación universal de lo "normal". Es, por supuesto, un dogma totalitario como otro cualquiera; es incompatible con el normal funcionamiento de cualquier sociedad que desee funcionar a largo plazo, que siempre se basará en desigualdades; y supone, en fin, convertir en modelo la "normalidad" social.

José Javier Esparza ha considerado el igualitarismo, junto al individualismo y el universalismo, uno de los pilares de la ideología dominante, que define el poder y que recibe el más amplio consenso social: "Todos somos átomos iguales pero egoístas … en una existencia, en definitiva, sin sentido"; porque sólo la diferencia permite que la vida de las personas tenga guías, modelos, objetivos, caminos. La aceptación de la normalidad igualitaria implica una satisfacción inmóvil con lo existente. Y podrá haber críticas a los problemas del presente, pero precisamente por la ideología de la "normalidad" el ciudadano de a pie "sólo percibe los efectos, no las causas".

Naturalmente, junto a la jerarquía, la primera víctima de la normalidad ideológica es la enseñanza, o la educación en general. Si no hay un modelo superior que contemplar, si no hay una aceptación de la subordinación y de la inferioridad, si sólo lo "igual" y lo "normal" es bueno, ¿por qué aprender? ¿Por qué enseñar? La verdadera originalidad –que está en las antípodas de las modas simiescas de cualquier signo o de la tribalización cultural, estética o musical- será sospechosa o incluso reprensible. Sólo se enseñará, precisamente, a ser normal, y a integrarse útilmente en la normalidad. El diferente, especialmente el que expresamente rechace la normalidad, será un enemigo, un asocial, un pardillo o un freakie. Y no se habla de política sino de una "normalización" de las almas que va mucho más allá.

Palpamos en esto el núcleo de la ideología totalitaria de la LOGSE, impuesta –he ahí su sórdida grandeza- también a los enemigos políticos de los autores de la Ley. "¿Quién eres tú para enseñarme a mí?" Parece la voz del Ángel Caído, y bien puede serlo, pero es simplemente lo que, como consecuencia de la normalidad LOGSE, cada día se palpa en las aulas, en las calles, en la que los rebeldes contra el Reich llamaron "vida cotidiana paralizante" y que ahora se nos presenta como ideal de vida. Ya Aristóteles opuso la "vida ordinaria" a la "vida recta" (y no dijo que la segunda fuese más cómoda, fácil o atractiva). En un requiebro totalitario que apenas percibimos, se está llevando a toda una generación, en nombre de la igualdad, hacia la que se llama normalidad –con sus atractivos primitivos- y que no deja de ser una sumisión de los potencialmente mejores a los efectivamente peores.

DECLARACION DE INDEPENDENCIA DEL CIBERESPACIO

DECLARACION DE INDEPENDENCIA DEL CIBERESPACIO

Por John Perry Barlow

Gobiernos del Mundo Industrial, vosotros, cansados gigantes de carne y acero, vengo del Ciberespacio, el nuevo hogar de la Mente. En nombre del futuro, os pido en el pasado que nos dejéis en paz. No sois bienvenidos entre nosotros. No ejercéis ninguna soberanía sobre el lugar donde nos reunimos. No hemos elegido ningún gobierno, ni pretendemos tenerlo, así que me dirijo a vosotros sin mas autoridad que aquella con la que la libertad siempre habla.

Declaro el espacio social global que estamos construyendo independiente por naturaleza de las tiranías que estáis buscando imponernos. No tenéis ningún derecho moral a gobernarnos ni poseéis métodos para hacernos cumplir vuestra ley que debamos temer verdaderamente.

Los gobiernos derivan sus justos poderes del consentimiento de los que son gobernados. No habeis pedido ni recibido el nuestro. No os hemos invitado.

No nos conocéis, ni conocéis nuestro mundo. El Ciberespacio no se halla dentro de vuestras fronteras. No penséis que podéis construirlo, como si fuera un proyecto publico de construcción. No podéis. Es un acto natural que crece de nuestras acciones colectivas.

No os habeis unido a nuestra gran conversación colectiva, ni creasteis la riqueza de nuestros mercados. No conocéis nuestra cultura, nuestra ética, o los códigos no escritos que ya proporcionan a nuestra sociedad mas orden que el que podría obtenerse por cualquiera de vuestras imposiciones.

Proclamáis que hay problemas entre nosotros que necesitáis resolver. Usáis esto como una excusa para invadir nuestros limites. Muchos de estos problemas no existen. Donde haya verdaderos conflictos, donde haya errores, los identificaremos y resolveremos por nuestros propios medios. Estamos creando nuestro propio Contrato Social. Esta autoridad se creara según las condiciones de nuestro mundo, no del vuestro. Nuestro mundo es diferente. El Ciberespacio esta formado por transacciones, relaciones, y pensamiento en si mismo, que se extiende como una quieta ola en la telaraña de nuestras comunicaciones. Nuestro mundo esta a la vez en todas partes y en ninguna parte, pero no esta donde viven los cuerpos.

Estamos creando un mundo en el que todos pueden entrar, sin privilegios o prejuicios debidos a la raza, el poder económico, la fuerza militar, o el lugar de nacimiento.
Estamos creando un mundo donde cualquiera, en cualquier sitio, puede expresar sus creencias, sin importar lo singulares que sean, sin miedo a ser coaccionado al silencio o el conformismo.

Vuestros conceptos legales sobre propiedad, expresión, identidad, movimiento y contexto no se aplican a nosotros. Se basan en la materia.

Aquí no hay materia. Nuestras identidades no tienen cuerpo, así que, a diferencia de vosotros, no podemos obtener orden por coacción física.

Creemos que nuestra autoridad emanara de la moral, de un progresista interés propio, y del bien común. Nuestras identidades pueden distribuirse a través de muchas jurisdicciones. La única ley que todas nuestras culturas reconocerían es la Regla Dorada. Esperamos poder construir nuestras soluciones particulares sobre esa base. Pero no podemos aceptar las soluciones que estáis tratando de imponer. En Estados Unidos hoy habeis creado una ley, el Acta de Reforma de las Telecomunicaciones, que repudia vuestra propia Constitución e insulta los sueños de Jefferson, Washington, Mill, Madison, DeToqueville y Brandeis. Estos sueños deben renacer ahora en nosotros.

Os atemorizan vuestros propios hijos, ya que ellos son nativos en un mundo donde vosotros siempre seréis inmigrantes. Como les teméis, encomendáis a vuestra burocracia las responsabilidades paternas a las que cobardemente no podéis enfrentaros. En nuestro mundo, todos los sentimientos y expresiones de humanidad, de las mas viles a las mas angelicales, son parte de un todo único, la conversación global de bits. No podemos separar el aire que asfixia de aquel sobre el que las alas baten.

En China, Alemania, Francia, Rusia, Singapur, Italia y los Estados Unidos estáis intentando rechazar el virus de la libertad erigiendo puestos de guardia en las fronteras del Ciberespacio. Puede que impidan el contagio durante un pequeño tiempo, pero no funcionaran en un mundo que pronto será cubierto por los medios que transmiten bits.

Vuestras cada vez mas obsoletas industrias de la información se perpetuarían a si mismas proponiendo leyes, en América y en cualquier parte, que reclamen su posesión de la palabra por todo el mundo. Estas leyes declararían que las ideas son otro producto industrial, menos noble que el hierro oxidado. En nuestro mundo, sea lo que sea lo que la mente humana pueda crear puede ser reproducido y distribuido infinitamente sin ningún coste. El trasvase global de pensamiento ya no necesita ser realizado por vuestras fabricas. Estas medidas cada vez mas hostiles y colonialistas nos colocan en la misma situación en la que estuvieron aquellos amantes de la libertad y la autodeterminación que tuvieron que luchar contra la autoridad de un poder lejano e ignorante. Debemos declarar nuestros "yos" virtuales inmunes a vuestra soberanía, aunque continuemos consintiendo vuestro poder sobre nuestros cuerpos. Nos extenderemos a través del planeta para que nadie pueda encarcelar nuestros pensamientos.

Crearemos una civilización de la Mente en el Ciberespacio. Que sea mas humana y hermosa que el mundo que vuestros gobiernos han creado antes.

Davos, Suiza a 8 de febrero de 1996

PATENTAR EL SOFTWARE ES CAPITALISMO

PATENTAR EL SOFTWARE ES CAPITALISMO Con el gran rechazo a la directiva de patentes de software los más beneficiados somos nosotros. La ciudadanía sigue con los medios necesarios para crear su propio software sin intervención de terceros y las pequeñas empresas pueden desarrollar sus ideas sin ser explotadas por ello. Los programas de código fuente abierto siguen desarrollándose y ofreciendo la más alta calidad gratuitamente, fruto del esfuerzo de personas dedicadas a superarse a sí mismas y a superar el software empresarial imperante, a quien no le importa la calidad sino la búsqueda del monopolio. No es necesario lucrarse para poder ofrecer un producto de calidad, basta simplemente la auto-motivación y la pasión aplicada a la programación.

Programar código fuente abierto no es comunismo, como nos recuerdan nuestros amigos de Microsoft, es más bien un acto de creación, de superación y de libertad.

COMPROMISO

COMPROMISO En el plazo de aproximadamente una semana me encuentro con dos rupturas sentimentales de amigos míos, un noviazgo y un matrimonio. Este tipo de situaciones son incómodas incluso para las personas que les rodean, se habla del tema y suelen escucharse mucho dos palabras: responsabilidad y fidelidad. Son dos palabras inventadas por el ser humano que no tienen demasiada correspondencia con la realidad humana. Responsabilidad y fidelidad no son prioridades para nuestra mente, sin embargo, la mayoría de nosotros las tenemos en alta estima, creyendo que todos nosotros somos capaces de realizar un compromiso y mantenerlo en cualquier circunstancia. La realidad demuestra que no es así, sino que más bien, un cambio desagradable en nuestro entorno conlleva una replanteamiento de nuestros compromisos. Nuestra mente es un órgano tan complejo y tan perfeccionado desde un punto de vista social que es capaz de alterar todo su patrón de pensamientos cuando es necesario. Necesario, para seguir obteniendo sus necesidades vitales. La responsabilidad y la fidelidad pueden entrar en conflicto con esas necesidades básicas del ser humano: alimento, seguridad, afecto, sexualidad, importancia, autoestima... las que sea. Ese tipo de necesidades son las que realmente dictan cómo reaccionamos los seres humanos y esas bases se antepondrán ante cualquier idealismo o compromiso que nos hagamos a menos que esas idealizaciones y compromisos sean precisamente los que nos facilitan el cumplimiento de nuestras necesidades.

Cada sociedad tiene sus costumbres y muchas de ellas parecen tener el objetivo de crear un orden social y obligar a que se cumpla a pesar de las necesidades individuales de cada uno. Parece que siempre se ha temido que si una persona se dedica a satisfacer sus necesidades inmediatas acabará siendo una lacra para todos y una fuente de problemas. Quizá por eso las costumbres añaden la presión de la comunidad, el rechazo y el descrédito a la ecuación de necesidades. Si romper una responsabilidad te conlleva la pérdida de seguridad, afecto, importancia y autoestima... lo pensarás antes de hacerlo. Esa es la teoría.

Ejemplo de este tipo de costumbres o rituales: el matrimonio católico. El matrimonio, efectuado ante toda la comunidad y sagrado ante Dios y ante las figuras con autoridad trata de obligar a mantener la responsabilidad añadiendo a la separación ese tipo de castigos añadidos: desprecio de los demás, pérdida de crédito ante la sociedad... Así sucedió durante muchos siglos, ayudando a que las parejas se mantuvieran unidas incluso sacrificando otras necesidades.

El matrimonio, como todas estas costumbres y rituales no trataron nunca de ser justos, sino de mantener un orden. Sin embargo, el ser humano es un ser más bien caótico, naturaleza esencial para evolucionar y adaptarse al mundo que nos rodea.

La ruptura de cualquier responsabilidad es un hecho cotidiano ya, puesto que no hay ningún tipo de presión social contra tales acciones. Ahora parece que el único medio de mantener una relación estable es el de mantener una atención constante a las necesidades de la pareja. Aquél que quiera mantener una relación tendría que estar continuamente atento a que se cumplan las necesidades y expectativas de ambos miembros. Quizá sea la única forma de tratar de mantener una relación, hasta el momento de que las necesidades y expectativas de la otra persona lleguen al absurdo, que también es muy posible.

EL MONO BORRACHO

EL MONO BORRACHO A los gatos peludos, a su manera, también les gusta el botelleo. Es la única conclusión a la que podemos llegar después de verlos esconderse dentro de las cajas de cerveza y jugar entre los tercios que aún no han caído en las insaciables fauces de los humanos, criaturas sin medida y sin capacidad de contención. Para ellos, expuestos a tan temprana edad a la visión de estas bebidas y a su alta aceptación social no existe la posibilidad de plantearse una vida sin ellas. En el suelo de la cocina está la caja de cervezas esperando a que algún invitado de los omnívoros bípedos las deguste. En el frigorífico, la botella de vino esperando a la hora de su rito de alimentación. Ante tales perspectivas es lógico pensar que alguno de ellos sucumbirá ante su influencia y se sumirá en un ritmo de vida en el que necesita la liberación del alcohol para poder desprenderse de sus cohibiciones (quizá incluso de sus sublimaciones ¿verdad?). Este gato peludo que vemos en la foto... ha visto demasiado veces a los omnívoros bípedos practicando el arte marcial del mono borracho, normal que lo haya aprendido y que se le vea una y otra vez saltando encima de sus hermanos fuera de control arreándose mordiscos. Como se suele decir, dime con quién andas y te diré cómo eres...

LA SONRISA

LA SONRISA No cuesta nada, pero crea mucho.

Enriquece a quienes reciben, sin empobrecer a quienes dan.

Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces para siempre.

Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella, y nadie tan pobre que no pueda enriquecer por sus beneficios.

Crea la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en los negocios y es la contraseña de los amigos.

Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, un rayo de sol para los tristes y el mejor antídoto contra las preocupaciones.

Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada, porque es algo que no rinde beneficio a nadie a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente.

Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien no le queda ninguna por dar.

(Según Dale Carnegie, un escrito regalado junto a la publicidad de unos grandes almacenes)

¿NOS ESTÁN HACIENDO RACISTAS?

¿NOS ESTÁN HACIENDO RACISTAS? “¡No somos racistas, pero nos están haciendo racistas!” Era la frase que gritaba a pleno pulmón una mujer que aparecía en un informativo televisado hará algunas semanas.

Hace años que se hacen encuestas sobre racismo en la península ibérica y yo recuerdo que por lo general, siempre había mayoría de no racistas. Era una encuesta y por tanto pocas personas se definían como xenófobos, pero realmente eran encuestas sin mucho sentido hasta ahora pues el miedo a las personas de distinto color/nacionalidad/religión no surge hasta cuando comienzan a encontrarse importantes problemas de convivencia cuando las bolsas de pobreza crecen y el número de personas distintas es grande. El miedo a las “otras razas” es el miedo a que un grupo distinto al nuestro, en el que no seríamos fácilmente aceptados, se vuelva fuerte, amenace nuestros recursos y nos desplace. El racismo se incrementa y es normal que lo está haciendo porque no encontramos medios de conocernos y compartir inquietudes. Las personas nos acercamos a los que se nos parecen y a los que viven en unas condiciones como las nuestras o mejores. Los españoles no estamos relacionándonos con los inmigrantes, no nos paramos a hablar con ellos y conocerlos. Ellos se agrupan, nosotros nos agrupamos... el conflicto se huele en el aire. El único modo de que nos compenetremos consiste en mezclarnos, sobre todo en ambientes laborales, en los que podemos conseguir entre todos algo positivo.

Este es el único blog que conozco mantenido por un inmigrante en nuestro país.

http://inmigrante-x.blogspot.com/

LES LUTHIERS, ENLAZADOS.

He colocado dos enlaces a páginas relacionadas con Les Luthiers, el grupo cómico argentino con el que tanto me he reído. Esta entrevista que os pongo abajo la he obtenido del primero de los enlaces, que da a una página sobre el grupo que es bastante completa. Lástima que Les Luthiers no cuenten con web oficial. Existe, pero parece en permanente construcción.

12 preguntas obvias y 72 respuestas sorprendentes

En cierta ocasión, Les Luthiers fueron entrevistados por la revista semanal del diario "La Nación". La entrevista, titulada "Les Luthiers hablan de Les Luthiers", consistía en 12 preguntas, y de cada una de ellas los entonces 6 integrantes daban sus respectivas respuestas.

Lo divertido del caso fue que cada uno interpretó las preguntas de una manera, por lo que las respuestas fueron totalmente dispares.

A continuación os ofrecemos el texto de la entrevista, que fue realizada el 4 de septiembre de 1977. Al final de esta página podéis ver una imagen de parte de la publicación de dicha entrevista.

¿Tuvieron una firme vocación desde la infancia?

Ernesto Acher: Sí, pero no para esto.
Carlos Núñez: Pelearme con mi hermano.
Daniel Rabinovich: Quería ser bombero. Nunca lo fui, pero no pierdo mis esperanzas.
Carlos López: Quería ser luthier, pero no se habían inventado.
Jorge Maronna: Una firme vocación de infante, que aún no he realizado.
Marcos Mundstock: Varias vocaciones firmes.

¿Cómo ven a Les Luthiers en el exterior?

MM: Compran una entrada y van al teatro.
CL: Sentados.
CN: Como seis jóvenes argentinos, embajadores de la música y el humor.
DR: De smoking y con fondo rojo.
EA: No sé, porque yo siempre estoy en el escenario.
JM: Los de las filas de adelante, bastante bien.

¿Cómo se iniciaron?

MM: ¿En qué?
DR: No sé, pero mi nacimiento fue en el Anchorena. Eso sí, tengo una duda cruel: no sé cómo terminaré.
CL: Yo no he logrado iniciarme.
JM: Muy bien.
EA: Todavía no me he iniciado.
CN: Yo, de mi mamá... y mi papá.

¿Fue muy difícil llegar al éxito?

MM: ¿Para quién?.
JM: Facilísimo.
Se ponen pensativos de golpe y los cuatro restantes piden contestar en serio:
- Sí, muy difícil.

¿Planes de largo alcance para 1978?

DR: Organizar el mundial de balero.
JM: No tengo planes.
MM: Comprarme un teleobjetivo de 500 mm. (No es gracioso, pero es de largo alcance).
CL: Iniciar los planes de largo alcance para el 79.
EA: Trabajar y trabajar (muy en serio).
CN: Preparar espectáculos en otros idiomas para ir a Francia, Inglaterra, Alemania y una película (muy en serio).

¿Creen que los genios se imponen siempre a pesar de que padezcan pobreza y otras clases de dificultades?

JM: Habría que preguntarle a algún genio.
MM: Creo que sí, salvo en los casos en que no.
DR: En general, sí. (coincide con CN totalmente).
CL: Los genios se imponen siempre 3 a 1.
EA: Yo sólo puedo suponer, porque no soy genio ni pobre ni tengo dificultades.

¿Por cuáles dificultades pasaron ustedes?

MM: Una vez tuve sarampión.
DR: Por las típicas de los genios.
JM: La de tener que dar respuestas graciosas.
EA: El solfeo.
CN: Me costó mucho llegar hoy al teatro, porque me agarró un embotellamiento, pero no precisamente de tránsito.
CL: Las que tuvimos para imponernos.

¿Cómo se sienten ahora que han triunfado?

CL: Yo tengo un poco de frío.
MM: A mí me gusta ser triunfador.
JM: Como al principio, pero después de haber triunfado.
DR: Yo me siento.
EA: Yo me siento ahora.
CN: Me he agarrado una hipercloridria (esto en serio).

¿Se comunican bien con el público?

MM: Sí, yo uso micrófono.
CN: Cuando hay alguien conocido en la sala, sí. Nos encontramos después de la función y charlamos.
EA: En general, sí. Lo difícil es conseguir después los números de teléfono.
Los tres restantes, muy formales, dijeron categóricamente:
- Sí.

¿Cómo se definirían a sí mismos?

MM: Un antropoide.
DR: Músico.
CL: Simplemente, como un genio polifacético.
JM: Con breves palabras, en caso de necesidad.
EA: Así.
CN: Una vez dije que era un adulto en paz. Ahora sostengo todo lo contrario.

¿Se sienten realizados?

(Se hizo un gran silencio. Jorge Maronna reflexiona:)
JM: Suerte que la entrevista no es por radio...
DR: Yo a veces me siento re, casi nunca aliza y a menudo do.
MM: Yo oscilo: a veces me siento muy realizado, a veces poco y otras veces, más o menos.
CL: Yo casi me realicé una vez pero por suerte llegué a tiempo a casa.
CN: Sí.
EA: Si dijera que sí, mentiría. Y si dijera no, también.

BUENOS RESULTADOS

BUENOS RESULTADOS Durante todo el tiempo en el que el ser humano ha sido ser humano le han ido surgiendo infinidad de problemas, no sólo los de tipo físico como puede ser la obtención de recursos materiales sino también otros de estilo espiritual, ético, moral o social. A veces la incertidumbre sobre el futuro de la sociedad es tan grande que las personas tienden a forjar un ideal y usarlo como bandera para unirse bajo una misma causa y esforzarse juntos por conseguir una mejora para toda la comunidad. La religión, por ejemplo, es un medio para lograr esas mejoras, también la formación de partidos políticos o la creación de organismos que defienden los derechos humanos. El alto ideal impulsor llama a filas a personas deseosas de impedir el sufrimiento, dar sentido a sus vidas, hacer algo bueno u otros propósitos elogiables. En ese momento se crea una organización y si propugna una idea útil para los miembros de la sociedad, crece el número de afiliados.

Cuando el número de integrantes del grupo es elevado hay que manejar, inevitablemente, una cierta cantidad de recursos físicos y humanos para que ésta pueda seguir adelante. Esa abundancia de recursos, tanto materias como personas, deben de ser administrados y es ahí cuando entra el siguiente punto de interés de este razonamiento que yo me planteo. Para la mayoría de la gente, una acción puede pertenecer a uno de estos dos grupos: acción que deriva en un buen resultado y acción que deriva en un mal resultado. Hay algo en nosotros que nos hace sentir estúpidos o fracasados si algo sale mal, hasta el punto, que conseguir un buen resultado llega a convertirse en más importante que el sentido de la acción en sí que perseguíamos. Es tal esta necesidad de buenos resultados que llega a convertirse en uno de los pilares de la manipulación y de las estrategias para ascender en una organización. Cuando varias personas, responsables de las decisiones de una organización, se reúnen para discutir sobre posibles vías de acción, llega a parecer más inteligente y mejor cualquier pretensión que conduzca a un buen resultado, mientras que, cualquier posible camino que conduzca a una pequeña pérdida de beneficio es inmediatamente tachada de anatema e impopular.

Aplicando ahora a la vida cotidiana. La religión cristiana se cuenta que nació siguiendo unos ideales de paz, convivencia y bondad, al poco tiempo, sin embargo, sus cardenales eran incapaces de dejar pasar la oportunidad de perder fieles y permitieron la destrucción de cualquier otra ideología y la expansión del cristianismo a costa de la esclavitud o la masacre de otras culturas. Era anatema pensar que se debía de perder la oportunidad, por mucha bondad que la iglesia predicara, de adquirir nuevos fieles que entregaran su vida a Dios.

Los partidos políticos llegan al poder y pronto descubren que es impensable abandonarlo. Trampean elecciones, crean miedos a la población para que siga votándoles, mienten sobre los logros de sus oponentes políticos, usan fondos públicos para financiarse y afianzarse en el poder, usan la fuerza para reprimir cualquier intento de disidencia, usan a la religión para legitimar su dominio...

Los grandes empresarios, heraldos de la paz conseguida a través del comercio, miran sus resultados y se dan cuenta de que deberían de ser mejores, no dudan en aprovecharse de los más pobres, en convertir en números a sus trabajadores, en despedir a quien no les rinde como debiera, en financiar al grupo político establecido en el poder para que les permita obtener ventaja frente a sus rivales, en pedir el empeoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores para hacerlos más temerosos y productivos.

Las ONG convierten su mensaje en un medio para la atracción de ingresos, se codean con la alta sociedad en busca de prestigio o invierten sus ingresos en asuntos menos urgentes pero altamente impactantes.

Yo lo que veo que sucede es que el objetivo de toda organización, sin tener en cuenta los propios vicios de las personas que están en su cúspide organizativa, se convierte paulatinamente en el de conseguir buenos resultados sin importar el precio ético o moral, evitar los malos resultados y mantener la apariencia de la búsqueda de un alto ideal para seguir captando adeptos que trabajen por unos ideales que en realidad no están influyendo en la alta jerarquía.

Es entonces absurdo creer que una organización va a pertenecer fiel a sus principios. La realidad parece demostrar que todos ideales que se han extendido en el mundo han acabado causando grandes males en pro de un bien mayor. Pasó con la fe cristiana, con el comunismo, con todo gobierno y con toda autoridad. A menos que sus integrantes, la masa de personas de la que dependen, tengan medios para obligarla a actuar, una organización que no es supervisada y controlada desde abajo se corromperá inevitablemente. Es cuando yo veo entonces cuán importante es la actitud de cada uno de nosotros y lo que sucede si la gente se desentiende de lo que hacen las grandes organizaciones que nos representan. También veo lo importante que es para algunas organizaciones conseguir que las personas se desentiendan o simplemente permanezcan ignorantes de lo que realmente se está haciendo. Por eso Internet parece un buen medio para que las personas podamos comprender lo que sucede a nuestro alrededor y podamos exigir que se hagan las cosas bien, aunque suponga una pérdida de beneficio inmediato. Me encanta internet.

La vivienda en el estado de bienestar.

La vivienda en el estado de bienestar. Mi hermana estudiaba este lunes para un examen de historia cuyo tema central era el de “la comunidad económica europea”. No estudiaba de ningún libro, sino de unos apuntes que su profesor les había proporcionado y la verdad, ese hombre demostraba un acertado criterio en su elección. El tema hacía hincapié en todo el proceso de construcción de la CEE y la integración española en ella hasta llegar a un punto que es para hacer pensar, pues sugería que una de las pretensiones de la Europa económica era reducir el estado de bienestar. Es algo que supongo que los analistas saben desde hace tiempo, pero es difícil de escuchar algo en los medios de comunicación. La verdad es que la inversión extranjera y nacional huye de nuestro país y se dirige a zonas más pobres, donde materiales y mano de obra (trabajadores: hombres, mujeres, niños...) es más barata y menos problemática. Este es uno de los fenómenos que la Europa económica parece querer detener, pero se le suma también el hecho de que los trabajadores europeos somos demasiado exigentes. No somos tan producentes como trabajadores de EEUU o los de países tercermundistas y este es probablemente un problema aún mayor. Allí tienen la suerte de no tener sistemas de protección pública que les ayuden, amén de que aquí con un único sueldo vivían maridos, esposas, hijos y los familiares que fuera necesario sustentar. La Europa económica estaba preocupada y fue uno de los nuestros quien parece que dio con una buena fórmula para conseguir sus objetivos.

Los precios de la vivienda comenzaron a dispararse en todo el ámbito europeo e internacional, pero el resto de países consiguió ponerle freno y el nuestro no. Dado que Rato ha sido reconocido internacionalmente por su trabajo es de suponer que el prestigioso club al que pertenece o la Europa económica están orgullosos de su labor.

Incrementar el precio de la vivienda parece un golpe maestro para debilitar el estado de bienestar español. Ya no es tan fácil conseguir el primer hogar ni invertir para asegurar la jubilación. Los nuevos precios, inaccesibles para los jóvenes, nos obligan a replantearnos nuestra situación. Ahora más que nunca necesitamos dinero y para ello hay que trabajar con afán y denuedo. Ya no vale dedicarse a la buena vida. Ahora hay que temer por el futuro y endeudarse cuanto antes para tener una posibilidad de independizarse. Nos tienen pillados por donde más duele.

Me vino a la cabeza este tema cuando comentaba lo de aquél libro “cómo ganar amigos e influir en las personas”. Las personas somos más susceptibles cuando nos hacen pensar que somos importantes. También este sistema se usó con todos nosotros. Mientras la vivienda se encarecía y toda España se endeudaba, no faltaron los numerosos comunicados explicándonos que la economía española crecía, incluso más que la media europea. Qué importantes se debieron de sentir los españoles entonces. En un mundo dominado por los procesos económicos, basta con hacer un anuncio del tipo “mejorará nuestra economía” para que sonriamos y alabemos a quienes tratan de convertirnos en seres dependientes de por vida. La economía marcha, pero nuestros ahorros se esfuman y todo se nos ha puesto cuesta arriba, al menos a la gente de mi generación. La economía va bien, pero ahora para vivir necesito invertir casi todo mi sueldo si deseo una vivienda digna. Me explico, con digna, me refiero a algo pequeño. Para una casa espaciosa ya hacen falta dos sueldos y eso quizá es lo que esperaban las personas más influyentes: que un único sueldo no bastara para mantenerse.

Llega el PSOE al poder y la estrategia no está cambiando en absoluto, al fin y al cabo, dicha estrategia parece recomendada por la “alta finanza” europea, deseosa de crear un espacio competitivo que aprovechar contra EEUU, China, Japón y Rusia. El ministerio de vivienda no ofrece la verdadera solución - porque debilitaría nuestra economía - y se limita a perder el tiempo, como si esperara a que la situación sea tan precaria que debamos de aceptar alguna de sus vergonzosas iniciativas.

¿Nos llevará a algo bueno todo esto? Me refiero a la lucha económica, a la necesidad de imitar el modelo triunfante de EEUU, basado en el engaño y la explotación de los trabajadores y en la consecución a cualquier precio de los recursos del extranjero. Europa querría encontrar su propio estilo, pero parece incapaz de conseguirlo y parece que se prepara para imitarlo si hiciera falta. Que la economía, el comercio, es quien ha creado la sociedad tecnológica actual, es evidente, pero qué sucederá si la competencia entre las transnacionales, los países y los continentes nos obliga a la deshumanización o nos convierte en dependientes de tales poderes.

De verdad que me gustaría entender la economía a un alto nivel para saber si todo este sistema económico nos trata de beneficiar a todos o simplemente se nos ha puesto en contra.

Enlaces:

A falta de piso, entra en un blog.

Burbujator.

Burbuja.

Mi vivienda.

Ladrillazo.

Vivienda digna.

Contra la especulación.

La "elite".

Más sobre "la elite"

Cómo hacer amigos e influir en los demás.

Cómo hacer amigos e influir en los demás. Gran foto, ¿verdad?. El libro lo tenía mi hermano sobre su cama el otro día cuando entré traicioneramente a fotografiar todo lo que pude. No es suyo, sino de un vecino. Lo tuve entre mis manos unos cinco minutos y pude leer sólo algunas líneas. Y sin embargo, no tenían desperdicio. Contaré una de las conclusiones que obtuve y quizá pronto la otra.

Para empezar, no sé porqué el autor eligió el nombre “cómo hacer amigos” queriendo decir “cómo aparentar buenas intenciones para sacar beneficio”. Bueno, lo intuyo: porque lo otro no habría vendido. El título elegido sin embargo es muy atractivo para la mayoría de las personas, al menos la primera parte. Y es que el tío que escribió todo esto es un tío listo. Comentaba que la mejor forma de conseguir algo de un tercero es seguir una estrategia que haga sentir al otro como alguien importante, puesto que es un anhelo de todas las personas y es el mejor modo de halagar y predisponer. Exponía un ejemplo sencillote:

Un niño que duerme siempre con su abuela y tiene la manía de orinar durante la noche. Los padres quieren que deje la costumbre, pero los castigos, las charlas, las acusaciones, etc, no han servido para nada. Según el niño, la que se mea es la abuela. Es que el crío también es listo. Los padres, desesperados, tratan de cambiar de estrategia. Estudian qué necesitan para satisfacer la vanidad del chiquillo. Tras preguntarle, ven que el niño quiere dormir con pijama y no con camisón, porque es como duerme su padre. Asimismo, el zagal quiere su propia cama. Su padre le compra un pijama. Su madre lo lleva a una mueblería y le dice a la encargada mientras le guiña un ojo: “aquí tiene un cliente que quiere comprarle una cama”. La encargada, que también es muy lista, le sigue la corriente y comienza a enseñar al peque las diversos posibilidades. Cuando la madre ve una cama apropiada guiña otra vez el ojo y la vendedora convence con sus malas artes al inocente, que llega contentísimo a su casa. Cuando el padre llega a casa el hijo le asalta: “ven a ver la cama que YO he comprado” y el padre al verla le comenta “no irás a manchar esta noche tu cama ¿verdad?” el niño claro, no la ensució. Bastó hacerle sentir un poco importante para que actuara como querían sus padres.

No cabe duda de que la estrategia es buena y que hacer sentir importante al prójimo es una forma de hacerle comer de tu mano. En este caso, es un método para que el niño abandone su cabezonería infantil. Pero una vez conocida la táctica, no se va a usar con tan buenos propósitos.

Luego, pensando, comencé a hacerme la idea de que esa misma forma de convencer es usada habitualmente por los tíos más listos: los políticos. Imagino, por ejemplo, que es una de las claves de la política estadounidense. Los ciudadanos de EEUU se sienten importantes. Son importantes. Su país es el más importante del mundo y tienen grandes responsabilidades hacia el resto de culturas aún incivilizadas. Su realidad es bien distinta a su propia visión: viven sin protecciones sociales, en un ambiente policial y atemorizados por todo mientras trabajan largas horas para merecerse su lugar en el mundo. Pero en realidad, son gente importante. Allí sale Bush por la televisión y les habla de lo fuerte que es su país. Entonces muchos (no todos, por suerte) sienten la tentación de henchirse de orgullo y responder patrióticamente a las expectativas de los que les dirigen. Les dice que son el pueblo elegido de Dios, el pueblo bueno que se lanza a salvar el mundo y entonces lo aclaman y le reeligen para que la bondad de EEUU siga expandiéndose por el mundo.

No sólo me recuerda a ellos, sino del mismo modo pienso en otro gran fanático: Adolf Hitler. Entre las muchas estrategias de su partido se encontraba la de entusiasmar al pueblo convenciéndoles de su valía: símbolos militares, demostraciones de poder, una filosofía que les convertía en la raza elegida... Muchos años después, los alemanes aún se preguntan cómo cayeron en aquella espiral de locura. Hitler consiguió hacerles sentir importantes, y los tuvo comiendo de su mano.

Debe ser que una cierta dosis de humildad es necesaria para protegerse de la manipulación y para ver el mundo como realmente se nos presenta y no distorsionado.

El reino de los fantasiosos.

El reino de los fantasiosos. Antes y durante la época de las cruzadas no existía un medio de difusión de sueños como éste: el cine. La representación de historias era llevada a cabo por un puñado de personas o una sola. Se cantaban entonces hazañas o se teatralizaban rodeados de gradas de piedra. Por aquél entonces, las historias eran igual de imaginativas que las que ahora vemos en pantalla. No había mucha diferencia, en cuanto a fidelidad a la realidad, entre las proezas de los héroes mitológicos y éstos que nos construyen ahora y lo cierto es que ni antes ni ahora, los autores de fantasías épicas trataron de buscar la lógica, tan sólo el impacto emocional que debían de producir en las personas.

En los inicios del cine los guionistas exploraban el medio y algunos pensaban que la calidad literaria, el fiel reflejo de la realidad, la recreación histórica o la reflexión sobre la naturaleza humana o social resultarían interesantes y les permitirían escribir guiones que pasarían a la posteridad. Hoy, parece que esas no son buenas opciones. Tras tantos años de estudio de los espectadores y sus necesidades se ha dado con la fórmula mágica que permite crear historias de impacto y acumular grandes ingresos. Lo que se está haciendo no es nuevo, pero se usan mejores herramientas. Se trata, en realidad, de crear fantasías y hacer que la gente las viva.

Fantasear es una cualidad innata en el ser humano y nos acompaña desde niños. Para algo ha de servirnos puesto que al tenerla todos, demuestra haber sido evolutivamente rentable, es decir, ha permitido al ser humano avanzar en la conquista del entorno. Las fantasías heroicas, como la de esta película, nos presenta al gran hombre que todos quisiéramos ser obteniendo lo que siempre nos habría gustado conseguir. La fantasía parece despertar nuestros deseos de ser mejores y alcanzar lo que la realidad no nos permite.

Pongo arriba la carátula del reino de los cielos porque es el último film que he visionado en una pantalla panorámica que cumple esas características. El director, Ridley Scott, se ha metido en un proyecto que nos hacía creer que disfrutaríamos de otra historia como Gladiator, que ha creado mucha más repercusión que la que ésta podrá lograr.

El general Máximo Décimo Meridio y Valiant el herrero son ambos grandes héroes, pero son protagonistas de películas de estilo bien distinto. El primero, parte como un gran hombre que sufre un revés del destino y acaba sumergido en la miseria, entre la que tiene que luchar, en condiciones muy duras, para conseguir su venganza ante el emperador. Valiant parte de una situación muy dura, y lucha en una tierra inhóspita por aquellas personas que en ella habitan. Su situación sin embargo enseguida se hace cómoda. Pronto olvida sus penas anteriores y se arroja al catre con una hermosa dama, mientras la gente lo mira con admiración por el potencial que comienza a desarrollar. La diferencia estriba, como digo, en que Máximo se enfrenta a condiciones más duras y sus logros por tanto son para nosotros más valiosos. Valiant es más bien un tipo poco creíble y poco meritorio.

Los dos cumplen el requisito más importante para despertar la fantasía en los espectadores: son capaces de grandes proezas. Son líderes natos. Lo son, porque saben siempre lo que hay que hacer y no se equivocan al decidir. Poco puede un solo hombre cuando todo un ejército le amenaza, pero cuando el grupo al que pertenece es comandado por alguien especial, que sabe cómo actuar con decisión, transmitir esa misma decisión a los demás y elegir el mejor medio para lograr sus fines, las posibilidades de éxito se multiplican hasta el infinito. Máximo y Valiant son ejemplos de esos hombres imaginarios. En la realidad, estudios de psicólogos demostraron que los hombres más decididos, se equivocan más que los no decididos. Los primeros son igual de humanos que los segundos y por tanto se equivocan, pero las personas decididas actúan más veces que las inseguras, aumentando sus posibilidades de error (alguien me podría decir y le daría la razón, que temer actuar es ya un error en sí mismo, pero el caso es que la figura del líder capaz de hacerlo todo bien es imaginaria).

La fuerza de esas películas se basa, entonces, en la credibilidad que tiene el protagonista para representar el arquetipo de líder. La figura del héroe esta ahí. El resto de la representación tiene por sentido darle credibilidad y un escenario épico donde desarrollarse.

Máximo Décimo dirige a sus gladiadores elegidos al azar, curiosamente todos con experiencia militar en el ejército romano, contra oponentes mejor pertrechados. En clara desventaja. Para el guión, no tiene ninguna importancia esa casualidad que roza el absurdo. Tampoco la tiene que el general viaje de los países nórdicos a Hispania a caballo y herido. Que llegue a su antiguo hogar y vea a su familia muerta y entonces sea esclavizado y llevado hasta otro confín del mundo para convertirse en gladiador. En el reino de los cielos. No importa que el héroe pase de herrero a estratega militar excepcional, capaz de ganar todas sus primeras batallas contra generales experimentados.

La coherencia no importa. El contexto histórico sólo sirve para hacer atractiva la historia, para desarrollar las proezas en un marco familiar, pero no tiene sentido respetarlo. Los ideales del protagonista se usan para facilitar que los espectadores se identifiquen con él (en el caso de Valiant, su humanismo contrario al fanatismo eclesiástico, que es lo único que a mí me hizo divertirme durante el visionado). Lo que hace que se estrenen películas como ésta, son los millones de dólares que arrastra una figura heroica, que haga a los espectadores fantasear y sentirse invencibles, decididos y aptos para el liderazgo y la admiración de masas. Este tipo de situaciones lo que parece demostrar es que a los humanos nos gusta fantasear y que gastamos mucho dinero para tener material con el que confeccionar fantasías. El cine no es la única industria que nos los facilita.

Resultados empíricos del estudio del pensamiento del Gallus Gallus

Resultados empíricos del estudio del pensamiento del Gallus Gallus Tras un largo estudio científico/psicológico en la casa huertana de mis alfa, he descubierto las claves que nos permiten entender el pensamiento del Gallus Gallus. Arriba, en imágenes, se presentan las pruebas que demuestran tamaño descubrimiento. Tras varios intentos de fotografiado y de acercamiento furtivo, he podido constatar que los Gallus Gallus se percatan de nuestra aproximación, nos estudian y reconocen claramente dos tipos de omnívoros bípedos: el omnívoro sin ensalada y el omnívoro con ensalada. En la primera imagen, se ve un grupo de Gallus Gallus, seleccionado al azar, que se ha reunido al escuchar mis pasos y ha estudiado detenidamente a qué grupo omnívoro pertenecía, en el momento de la instantánea, ya se miraban unas a otras suspicaces. Al deducir que lo que llevaba en las manos era algún tipo de aparato tecnológico prescindible para la vida natural (algunas también lo reconocieron como prescindible para la vida moderna), han decidido ocuparse de asuntos más importantes, como se ve en la fotografía 2. Por último, minutos después, los Gallus Gallus detectaron el acercamiento de la omnívora bípeda alfa con ensalada y viendo que no había nada más importante que hacer... se prestaron a llenar el buche. Demostrado pues: los móviles con cámara producen comportamientos incomprensibles en los omnívoros bípedos...