Cómo hacer amigos e influir en los demás.
Gran foto, ¿verdad?. El libro lo tenía mi hermano sobre su cama el otro día cuando entré traicioneramente a fotografiar todo lo que pude. No es suyo, sino de un vecino. Lo tuve entre mis manos unos cinco minutos y pude leer sólo algunas líneas. Y sin embargo, no tenían desperdicio. Contaré una de las conclusiones que obtuve y quizá pronto la otra.
Para empezar, no sé porqué el autor eligió el nombre cómo hacer amigos queriendo decir cómo aparentar buenas intenciones para sacar beneficio. Bueno, lo intuyo: porque lo otro no habría vendido. El título elegido sin embargo es muy atractivo para la mayoría de las personas, al menos la primera parte. Y es que el tío que escribió todo esto es un tío listo. Comentaba que la mejor forma de conseguir algo de un tercero es seguir una estrategia que haga sentir al otro como alguien importante, puesto que es un anhelo de todas las personas y es el mejor modo de halagar y predisponer. Exponía un ejemplo sencillote:
Un niño que duerme siempre con su abuela y tiene la manía de orinar durante la noche. Los padres quieren que deje la costumbre, pero los castigos, las charlas, las acusaciones, etc, no han servido para nada. Según el niño, la que se mea es la abuela. Es que el crío también es listo. Los padres, desesperados, tratan de cambiar de estrategia. Estudian qué necesitan para satisfacer la vanidad del chiquillo. Tras preguntarle, ven que el niño quiere dormir con pijama y no con camisón, porque es como duerme su padre. Asimismo, el zagal quiere su propia cama. Su padre le compra un pijama. Su madre lo lleva a una mueblería y le dice a la encargada mientras le guiña un ojo: aquí tiene un cliente que quiere comprarle una cama. La encargada, que también es muy lista, le sigue la corriente y comienza a enseñar al peque las diversos posibilidades. Cuando la madre ve una cama apropiada guiña otra vez el ojo y la vendedora convence con sus malas artes al inocente, que llega contentísimo a su casa. Cuando el padre llega a casa el hijo le asalta: ven a ver la cama que YO he comprado y el padre al verla le comenta no irás a manchar esta noche tu cama ¿verdad? el niño claro, no la ensució. Bastó hacerle sentir un poco importante para que actuara como querían sus padres.
No cabe duda de que la estrategia es buena y que hacer sentir importante al prójimo es una forma de hacerle comer de tu mano. En este caso, es un método para que el niño abandone su cabezonería infantil. Pero una vez conocida la táctica, no se va a usar con tan buenos propósitos.
Luego, pensando, comencé a hacerme la idea de que esa misma forma de convencer es usada habitualmente por los tíos más listos: los políticos. Imagino, por ejemplo, que es una de las claves de la política estadounidense. Los ciudadanos de EEUU se sienten importantes. Son importantes. Su país es el más importante del mundo y tienen grandes responsabilidades hacia el resto de culturas aún incivilizadas. Su realidad es bien distinta a su propia visión: viven sin protecciones sociales, en un ambiente policial y atemorizados por todo mientras trabajan largas horas para merecerse su lugar en el mundo. Pero en realidad, son gente importante. Allí sale Bush por la televisión y les habla de lo fuerte que es su país. Entonces muchos (no todos, por suerte) sienten la tentación de henchirse de orgullo y responder patrióticamente a las expectativas de los que les dirigen. Les dice que son el pueblo elegido de Dios, el pueblo bueno que se lanza a salvar el mundo y entonces lo aclaman y le reeligen para que la bondad de EEUU siga expandiéndose por el mundo.
No sólo me recuerda a ellos, sino del mismo modo pienso en otro gran fanático: Adolf Hitler. Entre las muchas estrategias de su partido se encontraba la de entusiasmar al pueblo convenciéndoles de su valía: símbolos militares, demostraciones de poder, una filosofía que les convertía en la raza elegida... Muchos años después, los alemanes aún se preguntan cómo cayeron en aquella espiral de locura. Hitler consiguió hacerles sentir importantes, y los tuvo comiendo de su mano.
Debe ser que una cierta dosis de humildad es necesaria para protegerse de la manipulación y para ver el mundo como realmente se nos presenta y no distorsionado.
Para empezar, no sé porqué el autor eligió el nombre cómo hacer amigos queriendo decir cómo aparentar buenas intenciones para sacar beneficio. Bueno, lo intuyo: porque lo otro no habría vendido. El título elegido sin embargo es muy atractivo para la mayoría de las personas, al menos la primera parte. Y es que el tío que escribió todo esto es un tío listo. Comentaba que la mejor forma de conseguir algo de un tercero es seguir una estrategia que haga sentir al otro como alguien importante, puesto que es un anhelo de todas las personas y es el mejor modo de halagar y predisponer. Exponía un ejemplo sencillote:
Un niño que duerme siempre con su abuela y tiene la manía de orinar durante la noche. Los padres quieren que deje la costumbre, pero los castigos, las charlas, las acusaciones, etc, no han servido para nada. Según el niño, la que se mea es la abuela. Es que el crío también es listo. Los padres, desesperados, tratan de cambiar de estrategia. Estudian qué necesitan para satisfacer la vanidad del chiquillo. Tras preguntarle, ven que el niño quiere dormir con pijama y no con camisón, porque es como duerme su padre. Asimismo, el zagal quiere su propia cama. Su padre le compra un pijama. Su madre lo lleva a una mueblería y le dice a la encargada mientras le guiña un ojo: aquí tiene un cliente que quiere comprarle una cama. La encargada, que también es muy lista, le sigue la corriente y comienza a enseñar al peque las diversos posibilidades. Cuando la madre ve una cama apropiada guiña otra vez el ojo y la vendedora convence con sus malas artes al inocente, que llega contentísimo a su casa. Cuando el padre llega a casa el hijo le asalta: ven a ver la cama que YO he comprado y el padre al verla le comenta no irás a manchar esta noche tu cama ¿verdad? el niño claro, no la ensució. Bastó hacerle sentir un poco importante para que actuara como querían sus padres.
No cabe duda de que la estrategia es buena y que hacer sentir importante al prójimo es una forma de hacerle comer de tu mano. En este caso, es un método para que el niño abandone su cabezonería infantil. Pero una vez conocida la táctica, no se va a usar con tan buenos propósitos.
Luego, pensando, comencé a hacerme la idea de que esa misma forma de convencer es usada habitualmente por los tíos más listos: los políticos. Imagino, por ejemplo, que es una de las claves de la política estadounidense. Los ciudadanos de EEUU se sienten importantes. Son importantes. Su país es el más importante del mundo y tienen grandes responsabilidades hacia el resto de culturas aún incivilizadas. Su realidad es bien distinta a su propia visión: viven sin protecciones sociales, en un ambiente policial y atemorizados por todo mientras trabajan largas horas para merecerse su lugar en el mundo. Pero en realidad, son gente importante. Allí sale Bush por la televisión y les habla de lo fuerte que es su país. Entonces muchos (no todos, por suerte) sienten la tentación de henchirse de orgullo y responder patrióticamente a las expectativas de los que les dirigen. Les dice que son el pueblo elegido de Dios, el pueblo bueno que se lanza a salvar el mundo y entonces lo aclaman y le reeligen para que la bondad de EEUU siga expandiéndose por el mundo.
No sólo me recuerda a ellos, sino del mismo modo pienso en otro gran fanático: Adolf Hitler. Entre las muchas estrategias de su partido se encontraba la de entusiasmar al pueblo convenciéndoles de su valía: símbolos militares, demostraciones de poder, una filosofía que les convertía en la raza elegida... Muchos años después, los alemanes aún se preguntan cómo cayeron en aquella espiral de locura. Hitler consiguió hacerles sentir importantes, y los tuvo comiendo de su mano.
Debe ser que una cierta dosis de humildad es necesaria para protegerse de la manipulación y para ver el mundo como realmente se nos presenta y no distorsionado.
23 comentarios
Gabriela -
Y el ejercito américano ha ido a Irak por el petroleo, no por la cultura ni la civilización.
Atlante -
Lamentablemente, los civilizados nunca hemos hecho algo así. Siempre se ha influido en otra cultura para que unos pocos saquen provecho. Esa es la realidad y la que puede hacernos pensar que es mejor ni siquiera aceptar la posibilidad de civilizar a alguien, para impedir abusos sobre ellos.
Ramón -
Aclaro que, para mí, lo de EEUU en Iraq va directamente en contra de defender los derechos humanos, y más bien a favor de anular la cultura.
Petite Diablessa -
Hermione: Todos tenemos oportunidad de desarrollarnos de la manera que queramos y depende de cada cual tomarlo o no, eso se llama capacidad de elección. Pero no... nunca imponer algo.
Atlante: todo es estrategia política, todo. Hay un libro que se llama Narcotráfico S.A, tengo un artículo del mismo y todo, es estrategia. Hasta el narcotráfico en Colombia es parte de la estrategia política de la gente de donde proviene Bush, los candidatos a Presidente de Venezuela, México y demás países de América, son parte de la estrategia de los mismos que manejan a Bush y cuando llega al poder un presidente como Hugo Chávez, que si bien se valió de los medios estadounidenses para llegar al poder, ahora le está tocando las narices a USA y la Casa Blanca hace comunicados llamando la atención a Venezuela.
Ahora mi Presidente le ha tocado las narices y ya le ha llamado la atención también el mismo Bush y Fox solo ha bajado las manitas, igualito que cuando retiró el apoyo a Cuba por órdenes de Bush.
Na... es un cero a la izquierda USA, no sólo su política, sino los estadounidenses que dejan que pase lo que está pasando.
¿Ahora? me autocritico, ¿qué hago? pus sembrando para el Instituto jajaja
Besitos
Petite Diablessa -
Saludos
Gabriela a Enkidu -
Ves, ni me acuerdo ya de qué iba el post... Ah, si de hacer amigos.
Atlante -
A vosotras no os da la impresión de que la unión económica europea es un claro intento de actuar como EEUU y competir con él en sus mismas condiciones.
Tautina: que alegría verte por aquí. Espero que todo vaya viento en popa y que la humildad te siga sentando tan bien ;). Pero por lo que yo sé, Hitler era capaz de embobar hasta al más templado con sus discursos elocuentes y magnificientes. Leí que íncluso Wittgenstein, un experimentado pensador, quedó impresionado tras una conversación con él y que apoyó sus ideas.
Petite D.: Bush debe de ser un monigote de la alta finanza y la política bélica de EEUU, pero yo flipo, tampoco han de ser muy listos esos supuestos miembros de la élite (o hay mucha competencia entre ellos) cuando ponen a un torpe como ese al frente de la política.
Atlante -
Voy a ver si pongo otro tema.
Hermione -
Anónimo -
enkidu a Gabriela -
Una que es mu femenina.
enkidu -
Me pido una isla de los mares del sur... unas flores en el pelo por toda vestimenta, una sonrisa de oreja a oreja y todo el dia bailando y cantando y saludando al sol y luego saludando a la luna y vuelta y vuelta.
Gabriela -
Petite diablessa: depende de qué punto de vista adopte: como viuda en la India, preferiría la Ley del Imperio Británico a la pira funeraria; y como pendón desorejado prefiero las leyes occidentales a las de los paises islámicos que me hubieran lapidado...no sigo, pero ya ves por dónde voy ¿verdad? Me parece muy bien otras civilizaciones si no me toca a mí sufrir sus aberraciones; si sólo hay que decir que tienen derecho a decidir, si; pero si me va a tocar a mí sufrirlo, no.
jjjjjj
Tautina -
En fin, sólo unos pequeños apuntes, que del ejemplo que mencionas yo concluyo que es la abuela la que se orina en la cama, que de lo de los americanos totalmente de acuerdo (ya se lo digo yo a mi padre pero no me cree) que de lo de Hitler haces bien en mencionarlo como una de las estrategias de su partido porque eso de que los tuvo comiendo en su mano y en cuanto a la conclusión final, yo lo hago cada día eso de ser humilde, por eso estoy tan guapa y soy tan lista y el mundo me mira sólo a mí.
Petite Diablessa -
Que ellos sean los que decidan, nadie debe manipularles por preservar algo que ya no existe, ni manipularles para que sean parte de la "civilización".
Es su vida, su cultura, su tierra, ellos son quienes tienen que decidir.
Me quedo con Petite Diablessa, Petite para mi parte buena y Diablessa para mi parte menos buena jejeje
Atlante -
Enkidu: Te llevo ventaja ;)
Gabriela: Esto... ¿dónde puedo consultar esa lista?
Debí de suponer que habías leído el libro. Mira que si te hubiera dado por meterte a política, la de grandes cosas que habrías podido hacer.
Atlante -
Sobre tu pregunta, yo creo que si se les ofrece la oportunidad de conocer el mundo tecnológico, quizá les gustara o quizá no. Dependería de muchas cosas y bueno, yo no puedo juzgar sobre ellos. El caso es que ellos tienen su vida y como mucho se les puede dar la oportunidad de que se acerquen a probar otro tipo de vida en sociedad. Que ellos decidan, prueben, juzguen y lleguen a sus propias conclusiones. Obligarles sería continuar con el error histórico que siempre ha sumido a tantos indígenas en una vida en la que luego no han podido desarrollar.
Petite Diablessa -
Olyn -
Y ahora una pregunta de moral...
¿Qué opinan de las personas no "civilizadas" que viven como han vivido durante toda su vida?
Los radicalistas piensan que no hay que tocarlos y hay que conservarlos tal y como están sin contaminarles.
Los desarrollares y Gobierno opinan que hay que desarrollar esa zona para llevarles salud, educación, etc...
¿Abogan por una de esas dos posiciones? o ¿Tienen otra posición al respecto?
Besitos :)
Y yo me enteré primero que ustedes que Atlante odia la Coca-Cola jijiji :P
Gabriela -
Yo me leí el libro de Dale Carnegie cuando tenía diecisiete años, y un día se lo recomendé entusiasmada a un amigo. Me miró estupefacto y afirmó enfáticamente: ¡Ni lo pienso leer viendo el destrozo de popularidad que eres habiéndolo leído!
Ni que decir tiene que la culpa no era toda del libro...
enkidu -
Atlante... o me dejas ganarte en el foro del unicornio o va a escribir comentarios en este blog rita la cantaora... tú mismo.
enkidu -
Sólo conozco un ser humano que reconoce parecerse a Hitler: Woody Allen. En no se que película va a un concierto con su mujer y a la salida dice: "Cuando escucho a Wagner me entras ganas de invadir Polonia".
Mr. Carnegie se forró el riñón dando charlas y vendiendo libros sobre el bonito tema de cómo manipular. Hoy dia, la PNL hace algo parecido aunque infinitamente más sutil.
Todo por el poder.
Hermione -
Eso me han contado hace poco, a ver si consigo más datos.