LUCHANDO CONTRA LOS GIGANTES
Al territorio X, lugar de cuyo nombre no quiero acordarme, llegó una buena mañana la gata peluda y trompuda gamma. Su figura era delgada, triste, escueta, discreta, aunque la maraña de pelo lo ocultara ante todos los sentidos salvo el del tacto. Ante todo, la g.p.y.t. gamma, quizá por el hambre, tenía una cara de malos amigos que causaba el resquemor y la desconfianza entre la comunidad felina. Ha de ser la causa por la que la g.p.y.t. gamma se convirtió en un ser asocial, poco comunicativo, una adepta de la soledad, que dedicaba sus días a leer prensa de todos los signos, contenidos y continentes, es decir, desde la prensa en papel hasta la prensa online. Más horas dedicó a tal menester que largos pelos tenía en su menudo cuerpo y tal saturación de información no podía atraer más que la ruina a su siempre tranquila mente, que hasta entonces no había pretendido nada más que comer, lamerse el pelaje y dormir.
Algo cambió un día. Hizo resumen de todas aquellas nuevas y pudo discernir que había un gran mal sobre la nación que amenazaba con consumirla, con impedir a los niños y los jóvenes tener una futura vida digna. Para qué negarlo, males como ese habían muchos, pero uno de ellos causaba gran pavor a los jóvenes y necesitaba ser erradicado, se preguntaba en realidad porqué los ciudadanos bípedos ignoraban el problema y no se unían para derribar los cimientos de aquél mal. No cabía en su mente la desesperanza y sí el valor, decidiose pues a actuar, pues sólo los seres especiales y únicos se lanzan a vencer a los rivales invencibles. Aquél día vio que las Comunidades Autónomas eran un infierno y que la vivienda parecía algo inalcanzable, un sueño imposible, lejano, como una estrella en la insondable profundidad del vacío espacial. En la siguiente foto se puede ver cuán cierto es este peligro, cuando incluso el Príncipe tiene que descansar en una espaciosa vivienda como esta, otorgada como si fuera una vivienda de protección oficial con las mejores calidades.
Decidió hacer algo. Pensó, que lo primero que necesitaba era un medio de transporte. Los omnívoros bípedos no la tendrían en consideración si aparecía caminando a pata, pues ellos tenían la estúpida convicción de que aparecer en un aparato cuyo mantenimiento les costara una parte considerable de su vida era un símbolo de status. La Gamma, como último recurso, siempre podía cabalgar a uno de los borregos. En la siguiente foto se la puede ver justo antes de haber conseguido su objetivo.
Lo segundo que se planteó fue la posibilidad de no ir sola. Ella sabía, por sus estudios sobre los omnívoros bípedos, que cuando alguien se lanzaba a la aventura debía ir acompañada por un amigo, un personaje secundario, a ser posible un comilón regordete. Por suerte, como pronto descubrió, gatos como esos no faltaban en el Territorio X. Además, advirtió que la última moda consistía en que el fiel compañero diera algo de color a la historia, a ser posible que fuera un experto artista marcial, versado en las más extrañas maniobras realizadas a cámara lenta, pues en cualquier aventura, según las historias de los bípedos, siempre habían terribles mafias orientales detrás de los males más pequeños. La gata, acercóse a uno de los gatos meditabundos y le llenó la cabeza de proezas, hazañas, ínsulas y casas en la costa hasta que consiguió su objetivo. El pobre gato aceptó, creyendo que se convertiría en uno de sus añorados héroes de videoconsola. Así, terminó de formar el equipo que se puede ver en la siguiente fotografía (la gata está al fondo, su figura es tan delgada que apenas se aprecia).
Algo más le faltaba, pues ¡qué era una aventurera si no tenía un amor que perseguir y por el que estar dispuesta a dar la vida!. La gata peluda y trompuda gamma tuvo graves problemas para encontrar un candidato. Pero he aquí que por el territorio X a veces se presenta un gato mofletudo, sucio y gris, que ella imaginó como un caballero apuesto, elegante, educado, sociable, inteligente y famoso. Para ella, representó el ideal de la belleza y el amor romántico, razón por la cual le buscó un nombre hermoso: Dulcibisbal Bustamante. Un nombre digno para un hombre ideal.
Y se lanzó a la aventura, en busca de una vivienda digna para todos, dispuesta a luchar contra políticos y constructores, deseando acabar con la especulación inmobiliaria, los pelotazos urbanísticos y los campos de golf. Todos los omníveros bípedos de menos de treinta y cinco años le desean lo mejor.
Para complementar esta descripción, se puede escuchar la canción interpretada por Colm Wilkinson en el musical Man of La Mancha (man of la mancha - by Colm Wilkinson.mp3) cuya música de orquesta es espectacular. Hay varias traducciones, esta es la más habitual:
Soñar lo imposible soñar.
Vencer al invicto rival.
Sufrir el dolor insufrible,
Morir por un noble ideal.
Saber enmendar el error.
Amar con pureza y bondad.
Querer. En un sueño imposible,
Con fe una estrella alcanzar.
Ese es mi afán,
Y lo he de lograr,
No importa el esfuerzo.
No importa el lugar.
Saldré a combatir y mi lema será.
Defender la virtud aunque deba.
El infierno pisar.
Porque sé que si logro ser fiel.
A tan noble ideal,
Dormirá mi alma en paz al llegar.
El instante final.
Y será este, un mundo mejor,
Porque yo, sin rendirme jamás,
Busque, en mi sueño imposible,
Poder, una estrella alcanzar.
Pero la traducción de la gata es esta:
Soñar lo imposible soñar.
Vencer al invicto rival.
Sufrir la hipoteca interminable,
Morir por un noble ideal.
Saber enmendar el error.
Amar con pureza y bondad.
Querer. En un sueño imposible,
Con fe una vivienda alcanzar.
Ese es mi afán,
Y lo he de lograr,
No importa el esfuerzo,
NO IMPORTA EL LUGAR.
Saldré a combatir y mi lema será
Defender la virtud aunque deba
una infernal púa pagar.
Porque sé que si logro ser fiel
A tan noble ideal,
Dormirá mi alma en paz al llegar,
A mi pequeñísimo hogar.
Y será este, un mundo mejor,
Porque yo, sin rendirme jamás,
Busque, en mi sueño imposible,
Poder, una vivienda alcanzar.
2 comentarios
rosebud -
Brisa -
Besitos de gata :) que diga de Brisa