Oriente cada vez más cerca (III)
Dicen los psicólogos que las expectativas de los demás hacia nosotros influyen en nuestras decisiones y en el rumbo que damos a nuestra vida. Somos una especie que durante mucho tiempo ha sobrevivido gracias a la fuerza del grupo y la seguridad que ofrecía, sería normal, entonces, que entre nuestras prioridades se encuentre la de ser aceptados por los demás y encontrar un hueco en la sociedad, aunque sea el único hueco que nos dejen. Sucede que en ciertas ocasiones son los otros quienes desean que adoptemos un rol social concreto y es entonces cuando nos encontramos en una situación complicada en la que mucha gente puede sentirse comprometida a buscar su propio camino o aceptar el que le ofrecen, ya sea a regañadientes (no me gusta pero estoy obligado), ya sea porque coincide con sus pretensiones (me viene al pelo) o ya sea porque la presión hace que justifiquemos racionalmente la decisión (en realidad es lo mejor para mí...).
Al pequeño gato peludo de la foto lo cogí durante unos segundos, le miré a los ojos y le dije: "a partir de hoy serás conocido como Miyamoto Musashi. Ahora, ante tí ofrezco dos libros. Elige el que leerás y marcará tu futuro para siempre". Efectivamente, el pequeño Miyamoto miró "El arte de la guerra" de Sun Tzu y quedó fascinado ante él. El segundo libro que se le ofrecía es la edición de "Cómo ganar amigos...blablabla" que encontré sobre la cama de mi hermano y que esta vez sí, es suyo.
Ya tenemos Gato samurai. Pronto comenzará a batirse en duelo con el resto de fauna gatuna y si hace honor a su nombre, quedará invicto en todos sus combates ¿o no? Tiene grandes rivales cerca... no hay que despreciar el estilo del mono borracho...
Al pequeño gato peludo de la foto lo cogí durante unos segundos, le miré a los ojos y le dije: "a partir de hoy serás conocido como Miyamoto Musashi. Ahora, ante tí ofrezco dos libros. Elige el que leerás y marcará tu futuro para siempre". Efectivamente, el pequeño Miyamoto miró "El arte de la guerra" de Sun Tzu y quedó fascinado ante él. El segundo libro que se le ofrecía es la edición de "Cómo ganar amigos...blablabla" que encontré sobre la cama de mi hermano y que esta vez sí, es suyo.
Ya tenemos Gato samurai. Pronto comenzará a batirse en duelo con el resto de fauna gatuna y si hace honor a su nombre, quedará invicto en todos sus combates ¿o no? Tiene grandes rivales cerca... no hay que despreciar el estilo del mono borracho...
4 comentarios
delicuescencia -
Atlante -
Gatopardo, no estarás insinuando que los pacifistas te ponen violenta. Eso de delicuescencia parece como si evocara a la palabra "delicado". He encontrado esta información al respecto.
delicuescente.
(Del lat. deliquescens, -entis, part. act. de deliquescĕre, liquidarse).
1. adj. Dicho principalmente de una costumbre o de un estilo literario o artístico: Inconsistente, sin vigor, decadente.
2. adj. Quím. Que tiene la propiedad de atraer la humedad del aire y disolverse lentamente.
Incluso un blog ¡se apuntan a todas!:
http://blogia.com/delicuescencia/
Gatopardo -
enkidu -
Otra cosa... estoy sinceramente interesada en las andanzas de tus amigos peludos, pero necesito urgentemente que me hagas una catalogación por especies, edades, filiación, etc. No sólo los confundo a ellos, sino que incluso tú me pareces cada dia más peludo.
En el caso de que gatito y tú insistais en seguir el camino del guerrero... aquí os dejo a los dos el enlace a un relato de Yukio Mishima, tal vez el último samurai que existió en Japón.
Besitos.
http://rehue.csociales.uchile.cl/rehuehome/facultad/publicaciones/autores/mishima/sacer.htm