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TERCERA NOCHE EN MINSK

Arnau sigue haciendo un excelente seguimiento de las jornadas en Minsk. Aquí nos habla de la situación durante la tarde y aquí del fin de la noche.

A la gente que participa escribiendo sobre el tema se une Barraquito.net.

Más gente se anima. Por un lado Lobo que enlaza a un interesante, no digo veraz, sino interesante, artículo en Rebelión.org que puede dar algunas claves de porqué los habitantes de Bielorrusia se resignan a aceptar los resultados. Simplemente ven que su situación ha mejorado respecto a años pasados. Lukashenko es muy popular entre sus conciudadanos, se ha preocupado por ello, por ejemplo, duplicando el salario mínimo de los trabajadores e incrementando la riqueza del país, lo que no quita, sin embargo, que sea justo que la población luche cuando ve que las garantías democráticas desaparecen y el poder se centraliza cada vez más, hasta llegar a algo muy parecido a la dictadura que denuncia EEUU.

Bielorrusia es un ejemplo de dictadura adaptada a los nuevos tiempos. La población es demasiado numerosa para ser controlada, luego se opta por mantenerla satisfecha, en un mundo feliz, para que les resulte costosa la idea de levantarse a asegurarse de que las cosas se hacen bien. Mientras los ciudadanos permanecen en sus sofás, la democracia desaparece, junto a la distribución de poder y por tanto, junto a las garantías de libertad más elementales. Esa es, junto a los abusos que Lukashenko ya ha efectuado en su país, las razones que deberían mover a su sociedad. Si no actúan ya, llegará un momento en que el populismo ya no sea necesario para que Alexander permanezca en el poder y entonces podría mostrar una cara muy distinta.

David de Ugarte vuelve a escribir sobre el tema y habla sobre lo que todos estamos viendo, que esta rebelión no parece tener suficiente fuerza como para cambiar el status quo. El número de manifestantes se mantiene, según leo, en unos 5000. Lukashenko cumple su objetivo, impide que la oposición pueda alcanzar ese punto de masa crítica, el tipping point, que lance a la calle a la gente a pedir una libertad auténtica. Los medios están controlados, muchos opositores presos, internet saboteada en los momentos críticos y en las calles, los rumores sobre intervenciones policiales se suceden, rumores que muchas veces llegan hasta el absurdo, como el de los artefactos explosivos o el cañón de nieve, pero la gente está asustada, está controlada y muy pocos aceptan el riesgo que supone acudir a la manifestación. La estrategia es muy sutil, la manifestación parece cosa de unos pocos, lo que disminuye la seguridad de potenciales participantes, que no se deciden a acudir.

La pequeña concentración, sin embargo, sí consigue pequeñas victorias, que pueden sumarse para dejar un recuerdo en el colectivo bielorruso que lo anime en el futuro. Por un lado, la gente permanece allí, llama la atención y hace reflexionar al resto de habitantes. Por muy pocos que llegaran a ser, mientras luchen por sus ideas habrá quien reflexione sobre las razones que les lleva a persistir: nadie pasa por un trance como ese si su determinación no es fuerte y no cree que tiene algo realmente importante por lo que luchar.

Consiguen que se les preste atención en el extranjero. Con sus medios de comunicación controlados, son los nuestros los que pueden servir para hacer reflexionar a aquellos ciudadanos que puedan acceder a la red. Las declaraciones de EEUU y UE, el seguimiento de los blogs, sobre todo los de habla inglesa pues es una lengua que conocen junto a las manifestaciones de apoyo en New York y Praga podrían servir para que los bielorrusos tomaran conciencia de que los manifestantes son secundados por muchos otros ciudadanos del mundo. Quizá no todos los bielorrusos puedan acceder a esa información, pero aquellos que sí pueden deberían dar constancia de ello.

Los bielorrusos pasivos están, por tanto, adormilados, inmersos en una situación que creen que no es tan mala y son los medios extranjeros los que pueden hacerles ver la situación de otra forma.

Los más activos, deberían aprovechar esta oportunidad para demostrar el apoyo de la comunidad internacional. Una vez finalicen las manifestaciones, será el momento de recoger todo lo que han sembrado en el resto del mundo y mostrarlo, como prueba de que sus argumentos son correctos. Sería interesante que los europeos y personas de otros países entendieran esto y lanzaran a expresar sus muestras de apoyo, a ser posible en lugares que puedan acceder y en un idioma que ellos entiendan.

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