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FIREFLY

La nueva bicicleta estática de mi hermana no sirve únicamente para perder algunas calorías en casa, evitando hacer una visita al parque más cercano en estos tórridos días navideños, también da la oportunidad de sacar del cajón todos los cds y dvds condenados al olvido para comenzar a echarles un vistazo. Ya tengo una buena colección de series prestadas por un amigo, todas dentro de la categoría de la ciencia ficción:

Dos temporadas de Andrómeda (página oficial. Artículo wiki), una de Star Trek Enterprise, sumando Stargate Atlantis y los episodios disponibles de la primera temporada de Firefly (artículo wiki, página no oficial. Todas estas series en perfectísimo inglés subtitulado en castellano. Hacía mucho que no tenía la posibilidad de ver este tipo de producciones y la excusa de la bicicleta es perfecta para volver a esta antigua afición mía.

La última serie a la que me refiero, Firefly, es idea de Joss Wheddon, el infame creador de Buffy Cazavampiros. A priori debería tratarse de una serie falta de cualquier tipo de virtud y pensada más bien para identificarse con algunos adolescentes que nunca han visto una buena historia en su vida, pero sorprendentemente no es el caso. Más sorprendentemente aún, Firefly es una excelente serie, tiene un estilo único y su mayor virtud es una gran dosis de originalidad dentro de su género y también unos guiones que mezclan historias cargadas de ingenio con una emotividad que hasta ahora no había visto transmitir con tanta efectividad en una serie de este tipo. Firefly es una serie atípica, sus cimientos son de un material desconocido que sostienen un gran trabajo que lamentablemente no pudo ser terminado. Curiosamente no recurre a ninguno de los tópicos de estas producciones: no hay criaturas alienígenas, no hay combates estelares, no hay robots, armas avanzadas y la tecnología es la justa para permitir el viaje espacial y mantener estaciones en el vacío. Todas estas carencias son obligatorias para ser fiel a su ambientación: un western espacial que parte de la base de una galaxia que acaba de terminar una guerra y en la que los planetas más alejados del centro económico tienen grandes carencias de suministros y tecnología, recurriendo por ello a las armas de fuego y a los caballos. El pilar central de la serie es el carisma de los personajes, que se complementa con sus diálogos ingeniosos, en ocasiones desternillantes. También, como ya apuntaba, la emotividad que transmiten cuando se entremezclan con unos guiones que buscan lo inesperado y consiguen alejarse de lo previsible.

Habría sido genial seguir la evolución de esta serie si no fuera porque esa originalidad debió jugar en su contra y le impidió conseguir el suficiente público como para mantenerse en emisión. Debía ser desconcertante que una serie de ci-fi comenzara con una especie de ranchera como tema principal... Al final sólo se grabaron quince episodios de los cuales llevo vistos ocho, todos ellos dignos de volver a ser visionados. Por suerte, también me queda pendiente ver la película basada en la serie: Serenity, que llegó a los cines españoles hará unos meses.

Si alguien tiene pensado conseguir una bicicleta estática y le gusta la temática, esta es mi recomendación para las sesiones de pedaleo.

1 comentario

Ana* -

Mmmmm... personalmente no me gusta nada la bici estática. Pero anda que no te va a venir bien a ti como excusa para pegarte a la pantalla sin cargo de conciencia :P