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BUENOS RESULTADOS

BUENOS RESULTADOS Durante todo el tiempo en el que el ser humano ha sido ser humano le han ido surgiendo infinidad de problemas, no sólo los de tipo físico como puede ser la obtención de recursos materiales sino también otros de estilo espiritual, ético, moral o social. A veces la incertidumbre sobre el futuro de la sociedad es tan grande que las personas tienden a forjar un ideal y usarlo como bandera para unirse bajo una misma causa y esforzarse juntos por conseguir una mejora para toda la comunidad. La religión, por ejemplo, es un medio para lograr esas mejoras, también la formación de partidos políticos o la creación de organismos que defienden los derechos humanos. El alto ideal impulsor llama a filas a personas deseosas de impedir el sufrimiento, dar sentido a sus vidas, hacer algo bueno u otros propósitos elogiables. En ese momento se crea una organización y si propugna una idea útil para los miembros de la sociedad, crece el número de afiliados.

Cuando el número de integrantes del grupo es elevado hay que manejar, inevitablemente, una cierta cantidad de recursos físicos y humanos para que ésta pueda seguir adelante. Esa abundancia de recursos, tanto materias como personas, deben de ser administrados y es ahí cuando entra el siguiente punto de interés de este razonamiento que yo me planteo. Para la mayoría de la gente, una acción puede pertenecer a uno de estos dos grupos: acción que deriva en un buen resultado y acción que deriva en un mal resultado. Hay algo en nosotros que nos hace sentir estúpidos o fracasados si algo sale mal, hasta el punto, que conseguir un buen resultado llega a convertirse en más importante que el sentido de la acción en sí que perseguíamos. Es tal esta necesidad de buenos resultados que llega a convertirse en uno de los pilares de la manipulación y de las estrategias para ascender en una organización. Cuando varias personas, responsables de las decisiones de una organización, se reúnen para discutir sobre posibles vías de acción, llega a parecer más inteligente y mejor cualquier pretensión que conduzca a un buen resultado, mientras que, cualquier posible camino que conduzca a una pequeña pérdida de beneficio es inmediatamente tachada de anatema e impopular.

Aplicando ahora a la vida cotidiana. La religión cristiana se cuenta que nació siguiendo unos ideales de paz, convivencia y bondad, al poco tiempo, sin embargo, sus cardenales eran incapaces de dejar pasar la oportunidad de perder fieles y permitieron la destrucción de cualquier otra ideología y la expansión del cristianismo a costa de la esclavitud o la masacre de otras culturas. Era anatema pensar que se debía de perder la oportunidad, por mucha bondad que la iglesia predicara, de adquirir nuevos fieles que entregaran su vida a Dios.

Los partidos políticos llegan al poder y pronto descubren que es impensable abandonarlo. Trampean elecciones, crean miedos a la población para que siga votándoles, mienten sobre los logros de sus oponentes políticos, usan fondos públicos para financiarse y afianzarse en el poder, usan la fuerza para reprimir cualquier intento de disidencia, usan a la religión para legitimar su dominio...

Los grandes empresarios, heraldos de la paz conseguida a través del comercio, miran sus resultados y se dan cuenta de que deberían de ser mejores, no dudan en aprovecharse de los más pobres, en convertir en números a sus trabajadores, en despedir a quien no les rinde como debiera, en financiar al grupo político establecido en el poder para que les permita obtener ventaja frente a sus rivales, en pedir el empeoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores para hacerlos más temerosos y productivos.

Las ONG convierten su mensaje en un medio para la atracción de ingresos, se codean con la alta sociedad en busca de prestigio o invierten sus ingresos en asuntos menos urgentes pero altamente impactantes.

Yo lo que veo que sucede es que el objetivo de toda organización, sin tener en cuenta los propios vicios de las personas que están en su cúspide organizativa, se convierte paulatinamente en el de conseguir buenos resultados sin importar el precio ético o moral, evitar los malos resultados y mantener la apariencia de la búsqueda de un alto ideal para seguir captando adeptos que trabajen por unos ideales que en realidad no están influyendo en la alta jerarquía.

Es entonces absurdo creer que una organización va a pertenecer fiel a sus principios. La realidad parece demostrar que todos ideales que se han extendido en el mundo han acabado causando grandes males en pro de un bien mayor. Pasó con la fe cristiana, con el comunismo, con todo gobierno y con toda autoridad. A menos que sus integrantes, la masa de personas de la que dependen, tengan medios para obligarla a actuar, una organización que no es supervisada y controlada desde abajo se corromperá inevitablemente. Es cuando yo veo entonces cuán importante es la actitud de cada uno de nosotros y lo que sucede si la gente se desentiende de lo que hacen las grandes organizaciones que nos representan. También veo lo importante que es para algunas organizaciones conseguir que las personas se desentiendan o simplemente permanezcan ignorantes de lo que realmente se está haciendo. Por eso Internet parece un buen medio para que las personas podamos comprender lo que sucede a nuestro alrededor y podamos exigir que se hagan las cosas bien, aunque suponga una pérdida de beneficio inmediato. Me encanta internet.

7 comentarios

Brisa -

En realidad quizás el problema está en que no es lo mismo liderar que ejercer el poder, que la autoridad, que ser libre, opresor o oprimido. Lo importante no son los conceptos si no lo que hacemos con ello, no es la vida sino como la vivimos, no son las organizaciones ni lo que representan, sino como se gestionan, no es la palabra sino lo que se dice, lo que se comunica a través de ella.

Un beso Atlante y gracias por tan profunda reflexión.

Atlante -

También yo creo a veces que se cuenta con una libertad excesiva. Por ejemplo, cada vez que leo que unos niños han matado o inducido al suicidio a otros llego a pensar que los niños cuentan con demasiada libertad y que es perjudicial para ellos. Pero erigirse con autoridad para dictar qué es mejor para los demás siempre ha sido peor remedio que la enfermedad.

enkidu -

Leyendo a Bere y su teoría del triángulo hermoso: libertad-educación-respeto me he acordado de aquello de Liberté-Egalité-Fraternité.
Desde luego que la libertad si no va acompañada de otras virtudes es peligrosa. La autoregulación de la libertad ¿es una utopía? ¿la humanidad va a necesitar siempre policias?.

Berenice -

La libertad es un arma de dos filos. Es un deseo con un fondo muy peligroso. La libertad es la bandera que esgrimen todos contra todos.
Es la más peligrosa y, a la vez, la más hermosa de las palabras.
Y da miedo escuchar a enkidu cuando duda de ella.
No por que lo diga, que yo tambien lo pienso y lo digo, sino por que otros, con más poder que nosotros pueden pensar lo mismo y empezar a recortarla. Pero no en benficio de las buenas personas, de los bebés, de los animales, de los ancianos o las mujeres, de los pueblos oprimidos y explotados, sino en beneficio de sus propios intereses, de sus ideas. ¡Eso me da miedo!
Junto a la libertad, apoyándola, yo pondría la educación. Y el respeto. Entonces se formaría un triángulo bien hermoso: Libertad, educación, respeto.
No sé si lo explico bien, pero sé que me entendéis.
Un besito.

enkidu -

Estoy de acuerdo en que todos podríamos tener un poco más de conciencia sobre el mundo que nos rodea, pero... ¿como podríamos controlar tantas organizaciones de todo tipo?... no podemos, Atlante. Además, es un asunto de libertad, porque la libertad o es o no es... quiero decir que la libertad permite muchas cosas buenas y malas y regulares y si la controlamos y la recortamos demasiado, entonces ya no es libertad.
Dicho lo cual he de confesarte que hay veces que estoy hasta el culo de la libertad... por ejemplo de la libertad que tienen algunas personas de hacer burradas con un bebé y después distribuirlo por internet.
A veces, dudo si quiero seguir defendiendo la libertad con todas sus consecuencias.
Un besito.

Hermione -

La propia definición de "empresa" lo incluye, y
debe de valer para todas las acepciones del término: "el fin último de toda empresa es la supervivencia".
Así que, cuando alguien se pone un objetivo, inicia una empresa, los medios podrían llegar a sustitutir, no ya justificar, el fin.
No sólo el poder es adictivo, el hábito (costumbre), las tradiciones, también crean inercia.

Gatopardo -

¿Por qué será que cuando pienso una tontería yo sola es una tontería sin consecuencias y en cuento somos un puñado los que tonteamos nos convertimos en una corriente de opinión que queremos ponerle un bozal a quien no esté con nosotros?